jueves, 27 de mayo de 2010

ENTREVISTA EN IMAGINACIÓN ATRAPADA

http://www.imaginacionatrapada.com.ar/Teatro/2010/05/19/la-entrevista-nahuel-cano/
La Entrevista (Nahuel Cano – 1ra parte)
Por Sol Salinas.
Publicado el 19 Mayo 2010


Personajes:

Nahuel Cano –entrevistado-
Sol Salinas -entrevistadora-

PRIMERA ESCENA:
LOS CUERPOS

BUENOS AIRES – NOCHE – Palermo – Club Estrella de Maldonado


Es sábado y son las nueve y media.
Espero en un vestuario azulado. Sobre la mesa: sandwiches de miga, ginebra, jugo y gaseosa. Trato de captar todos los detalles, de estar atenta y despierta (algo en esta espera, en este club me tira, me atrapa), todo puede ser material para la entrevista.

Dan sala y comienza la función:

“UN HUECO”

***

Estoy esperando a Nahuel. Pienso – pensar no sería exactamente la palabra – mucho en la función.

Me dejé devorar por el ambiente mortuorio que la obra impuso en mi cuerpo y lo mejor es que no me molesta tanto… no me molesta nada…

Mi primera pregunta… la tenía pensadísima y preparada pero ya no me gusta tanto. Trato de recapitular un poco, ¿qué me llevó a estar acá? ¿Por qué hago esta entrevista? Pienso en Nahuel como profesor, como actor, como director, pienso en lo que conozco de su recorrido, en su blog… hasta que el entrevistado interrumpe mis especulaciones y sólo puedo decírselas.

Sol: Estás dirigiendo los viernes “Proyecciones Krause”, los sábados y domingos trabajás en “Un Hueco” y además das clases.

Nahuel: Sí, doy clases los lunes y jueves en mi estudio. Los miércoles lo asisto a Ale (Catalán) y los viernes doy clases en su estudio.

Sol : Y empezaste siendo actor y después empezaste a dirigir.

Nahuel: Sí, empecé a dirigir hace cinco, seis años…. en el 2004… 2003 dirigí “Darwin”, fue la primera obra que dirigí. Tenía ganas de dirigir, estaba entrenando con Bartís y había empezado a entrenar con Ale (Catalán).

Sol: Ah, sí. Leí que fuiste asistente de dirección de Bartís.

Nahuel: Sí, fui asistente en “Donde más duele”. Siempre me había interesado esa faceta (la dirección) pero no lo había hecho nunca y medio también de kamikaze me mandé y los actores se coparon en hacerlo. Y armamos esa obra que salió tremendamente bien para la inexperiencia absoluta que tenía, no había estudiado dirección…

Sol: Pero habías estudiado plásticas, ¿no?

Nahuel: Yo estudié allá en Neuquén en la escuela de bellas artes, la escuela provincial de bellas artes adonde tenés un poco de todo y está la parte de teatro. Se llaman talleres de orientación definida. Yo estudié tres años ahí donde también tenés un poco de artes plásticas, un poco de todo y era algo que yo hacía durante el secundario.

Sol: Cuando leí tu CV pensé en que estudiar bellas artes seguramente te había influenciado, te había preparado para la dirección porque te da herramientas para pensar el espacio…

Nahuel: Sí, si, me influenció. Ya a los 16 años tuve acceso, contacto con obras de arte, iba al teatro, hacía teatro… ya estaba inmerso. Pero en términos de la utilización del espacio lo fundamental fue haber pasado por el Sportivo. Bartís, aparte de todo su pensamiento en torno a la actuación, tiene algo muy interesante que es cómo utiliza el espacio. Sobretodo en esa primera obra, “Darwin”, yo estaba súper influenciado por él. También Bartís – y ahí lo relaciono con haber estudiado en bellas artes- tiene una concepción muy plástica del espacio, vinculada a la pintura e incluso a ciertos lenguajes de la pintura: Bacon, cierta idea del recorte del espacio que tiene Bacon… Rembrandt, yo miraba las obras de Bartís y pensaba en Rembrandt con sus claroscuros… cómo se recortan los cuerpos, esa presencia tan fuerte que tienen los cuerpos en esas pinturas, esas carnes que están ahí y que también están en Bacon.

Sol: Trabajás el espacio desde el cuerpo es lo que sostenés en tus clases, ¿no?

Nahuel: Si, sí. De hecho este verano hice un seminario en el que más que pensar en relación a una concepción del espacio vacío, pensé en ese cuerpo que una vez que entra en el espacio empieza a producir ficción y lo resignifica. Ahí sí, es una concepción netamente plástica: de cómo ese cuerpo produce líneas de fuerzas, resignifica en términos espaciales, energéticos, afectivos, emocionales.

Sol: Tus trabajos de actor, director, dramaturgo y docente se encuentran en este punto, en este pensar acerca del cuerpo del actor.

Nahuel: Si, sí, es LA cuestión. También existen otras cuestiones, en “Proyecciones Krause” hay una búsqueda muy fuerte en términos de la dramaturgia. Yo me planteé algo a priori: que es la idea de un relato desarmado, un desplazamiento de la curva dramática; la curva dramática no coincide con la narración, porque la narración es periférica. Esta búsqueda a priori poco tiene que ver con el cuerpo pero el cuerpo del actor es ineludible porque es con lo que se trabaja. Ahora, en este momento y sobretodo en las clases – que es el espacio de experimentación más fuerte que uno tiene – la idea del cuerpo y las dinámicas es lo que más trabajo, muy vinculado a la danza… No porque vaya a hacer una obra de danza… a partir del año pasado empecé a tomar clases de danza compulsivamente.

Sol. ¿Hacés contemporáneo?

Nahuel: Sí, con Onofri.

Sol: ¡Ahhh! Ví algo de él…

Nahuel: “Tualet”

Sol: Sí, si, ví “Tualet.”

Nahuel: Ahora estoy entrenando tres veces por semana danza y tengo ganas de ser el intérprete de una obra de danza. Más allá del interés particular que tengo en la danza, me parece que ahí hay ciertas respuestas o posibilidades de buscar algo…

Sol: ¿Será la no-utilización del texto?

Nahuel: Mmmm, sssi, en un momento yo estaba más radicalizado con el tema del texto. A mí ahora me parece que el texto y el habla tienen un lugar importe que produce otras resonancias. De todas formas, no hay nada más fuerte que un cuerpo que está ahí produciendo. Es lo más difícil, lo más misterioso. El actor, en definitiva, hace lo que se le canta. En “Un hueco” pasa eso, hay acuerdo, tenemos cosas fijas insignificantes pactadas, miradas, pausas.

Sol: “Un hueco” tiene algo de córeo.

Nahuel: Sí, tiene mucho de coreo. Nosotros también trabajamos con el detalle, cosas insignificantes como miradas o pausas en el texto están fijas. Pero, igual, lo que siempre nos planteamos – y es la mayor dificultad de la obra – es hacer cosas cada vez más chiquitas. Cuantas más cositas, más boludeces, más viva está la obra.

Sol: Yo quería preguntarte acerca de la actuación, cuando yo actúo o pienso en la actuación desde el cuerpo ¿qué pasa con todo lo interno? ¿Qué pasa con lo profundo? ¿Existe lo profundo? ¿Existe lo profundo versus la superficie?

Nahuel: No, no me parece que haya una contradicción. Me parece que el trabajo del actor, como cualquier trabajo, es un trabajo técnico. Obvio que tiene que dominar ciertas cuestiones de orden subjetivo (…) pero es un trabajo técnico y, para mí, hay que tener dominio técnico del cuerpo. Así vivo yo la actuación, pero también me parece que cada actor es un mundo

Sol: ¿Pero el dominio técnico puede ser dominio de las emociones?

Nahuel: El problema de las emociones es que pareciera que se juega algo de lo real ahí, pero esa es una falsa disyuntiva porque si un actor tiene que llorar en tal punto porque lo dice el texto, porque lo pactaron con el director o porque le parece lo mejor, entonces lo tiene que hacer y no es real en el sentido en que está premeditado y eso es tener dominio técnico, use la técnica que use, así sea memoria emotiva o mentol en los ojos… (…) Una vez lo escuché a Barba – yo no tengo mucho vínculo con el teatro antropológico, no tengo entrenamiento y sólo fui a unas charlas – diciendo que, en realidad, lo que organiza a un actor en escena siempre son cosas de las cuales los actores no hablan porque les produce pudor, porque es algo muy banal, siempre. Y me pareció de una gran sabiduría de su parte, es cierto… (…) En una obra como “Un hueco”, en la que tenés al público ahí, que tiene un ritmo bastante exigente, todo el tiempo están pasando cosas y todo el tiempo tenés que cambiar en términos de lo que sentís. (…)

Sol. ¿Y vos qué hacés con lo que sentís, con tus emociones cuando estás trabajando? ¿Las acomodás?

Nahuel: ¿Lo real?

Sol: Sí, lo real.

Nahuel: La ficción reintroduce a lo real, si no es una mala actuación. Si yo estoy incómodo y tengo que estar felíz, estaré felizmente incómodo, porque no puedo hacerme el boludo respecto de eso. Obviamente que cuando uno está actuando no está pensando demasiado, está haciendo lo que tiene que hacer y para eso están los ensayos. Yo pienso con respecto a eso que lo real se reintroduce en la ficción, y con lo real me refiero a un montón de cosas: a la historia de ese cuerpo, a cómo ese cuerpo se vincula con su sexualidad, a qué le tiene miedo, a qué le tiene pudor, a cómo se está sintiendo ese día. Si ese día está resfriado y decide hacer la función y bueno, va a estar congestionado y ahí, vuelvo a insistir, se vuelve a ver lo técnico. Si estoy resfriado tengo que colocar de otra forma la garganta para poder proyectar igual, porque hay resonadores llenos de moco. Esto un buen actor, apele a la técnica que apele lo tiene que resolver, porque si no se queda mudo o no se lo escucha.

Sol: Un profesor de la facultad, Mirko Muchin, nos comentó en una clase que él trabajó durante mucho, mucho tiempo en una obra en la que en un momento apoyaba un tenedor de una manera y lloraba. Y un día, en un asado, una comida familiar – no recuerdo bien- apoyó un tenedor de esa misma manera y automáticamente empezó a llorar. Fue, como decís vos, primero el cuerpo y luego el resto.

Nahuel: Por supuesto. Y las emociones son claramente físicas. Si apretás un poco la glotis ya hay lágrimas, es puramente técnico y es un engaña pichanga, que es lo divertido. Si yo la pasara mal haciendo “Un hueco”, una obra en la que estoy treinta minutos llorando, no la hago ni en pedo. Y lo divertido es, justamente, ese engaña pichanga. Yo lloro, la gente se conmueve, después aplaude y vamos a comer.

Sol: Vos planteás una concepción material teatro, ¿tiene esto relación con cuestiones filosóficas?

Nahuel: Esteee, a ver, el materialismo es enorme. Si vos me preguntás, “¿sos anti -hegeliano?” No lo sé.

Nahuel: Es compleja la pregunta… a mí un filósofo que me parece atractivo o que en un momento me pareció muy… yo estudiaba filosofía, el profesorado de filosofía…

Sol: …Sí, lo leí por eso también te hago esta pregunta.

Nuahel: Yo antes de leer a Spinoza empecé a leer a Deleuze y la verdad que fue revelador. Algo me resonaba. Luego leí a Spinoza y me parece un filósofo central. Finalmente me parece mucho más interesante Spinoza que Deleuze… tengo que decirlo.

Sol: Yo lo que pensé es que una piensa el teatro de una manera porque piensa el universo de esa manera.

Nahuel: Sí, si, obvio. A mí me parece que es así. Yo tengo un vínculo extremadamente pragmático respecto a lo que es el trabajo en la escena. Digo, me cago en cualquier teoría todo el tiempo: si mañana tengo que resolver algo y para eso tengo que acordarme de mi tía, lo voy a hacer y no me voy a poner a cuestionar, lo tengo que resolver.

Sol: Bueno, es una manera de pensar o encarar las situaciones.

Nahuel: Totalmente pragmática.

Sol: Y si, la verdad que no te contradecís en nada.

Nahuel: JAJAJAJAJAJA! Claro.

No hay comentarios: